Lista de puntos
Fe, alegría, optimismo. —Pero no la sandez de cerrar los ojos a la realidad.
No pienses más en tu caída. —Ese pensamiento, además de losa que te cubre y abruma, será fácilmente ocasión de próximas tentaciones. —Cristo te perdonó: olvídate del hombre viejo.
Si tienes la santa desvergüenza, ¿qué te importa del «qué habrán dicho» o del «qué dirán»?
Convéncete de que el ridículo no existe para quien hace lo mejor.
Cuando te «entregues» a Dios no habrá dificultad que pueda remover tu optimismo.
En las horas de lucha y contradicción, cuando quizá «los buenos» llenen de obstáculos tu camino, alza tu corazón de apóstol: oye a Jesús que habla del grano de mostaza y de la levadura. —Y dile: «edissere nobis parabolam»—explícame la parábola.
Y sentirás el gozo de contemplar la victoria futura: aves del cielo, en el cobijo de tu apostolado, ahora incipiente; y toda la masa fermentada.
El desaliento es enemigo de tu perseverancia. —Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. —Sé optimista.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/camino/1830/ (29/04/2025)