Lista de puntos
Agradece de todo corazón al Señor las potencias admirables…, y terribles, de la inteligencia y de la voluntad con las que ha querido crearte. Admirables, porque te hacen semejante a El; terribles, porque hay hombres que las enfrentan contra su Creador.
A mí, como síntesis de nuestro agradecimiento de hijos de Dios, se me ocurre decirle, ahora y siempre, a este Padre nuestro: «serviam!» —¡te serviré!
No es posible comentar sucesos o doctrinas sin referirse a personas…, a las que no juzgas: «qui iudicat Dominus est» —es Dios quien juzga.
—No te preocupes, pues, si alguna vez chocas con un interlocutor sin recta conciencia, que —por mala fe o por falta de criterio— califica tus palabras de murmuración.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/book-subject/forja/278/ (05/10/2024)