217
¡Vocaciones, Señor, más vocaciones! No me importa si la siembra fue mía o de otro —¡sembraste Tú, Jesús, con nuestras manos!—; sólo sé que nos has prometido la madurez del fruto: «et fructus vester maneat!» —que vuestro fruto será duradero.
Materias
Referencias a la Sagrada Escritura
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/217/ (12/05/2024)