890
Te distraes en la oración. —Procura evitar las distracciones, pero no te preocupes si, a pesar de todo, sigues distraído.
¿No ves cómo, en la vida natural, hasta los niños más discretos se entretienen y divierten con lo que les rodea, sin atender muchas veces los razonamientos de su padre? —Esto no implica falta de amor, ni de respeto: es la miseria y pequeñez propias del hijo.
Pues, mira: tú eres un niño delante de Dios.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/camino/890/ (11/05/2024)