856
La santidad —cuando es verdadera— se desborda del vaso, para llenar otros corazones, otras almas, de esa sobreabundancia.
Los hijos de Dios nos santificamos, santificando. —¿Cunde a tu alrededor la vida cristiana? Piénsalo a diario.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/forja/856/ (05/12/2023)