131
Nunca hables, ni para lamentarte, de cosas o sucesos impuros. —Mira que es materia más pegajosa que la pez. —Cambia de conversación, y, si no es posible, síguela, hablando de la necesidad y hermosura de la santa pureza, virtud de hombres que saben lo que vale su alma.
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/camino/131/ (04/01/2025)