724
Un hijo de Dios —tú— no debe tener miedo a vivir en el ambiente —profesional, social…— que le es propio: ¡nunca está solo!
—Dios Nuestro Señor, que siempre te acompaña, te concede los medios para que le seas fiel y para que lleves a los demás hasta El.
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/forja/724/ (03/12/2023)