190
Le hacía el Señor decir a un alma, que tenía un superior inmediato iracundo y grosero: Muchas gracias, Dios mío, por este tesoro verdaderamente divino, porque ¿cuándo encontraré otro que a cada amabilidad me corresponda con un par de coces?
Este punto en otro idioma
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/camino/190/ (03/10/2023)