482
El trabajo es la vocación inicial del hombre, es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo.
El Señor, el mejor de los padres, colocó al primer hombre en el Paraíso, «ut operaretur» —para que trabajara.
Referencias a la Sagrada Escritura
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Documento imprimido desde https://escriva.org/es/surco/482/ (03/12/2023)