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El espíritu sencillo del Opus Dei ama la verdad y la sinceridad; mira al servicio de la Iglesia, y lleva al respeto y a la defensa de la libertad. Francamente, no puedo comprender otro servicio a la causa de Dios, que no tenga por lo menos ese amor a la libertad personal de los hombres.
Nosotros amaremos, por consiguiente, la unidad y la variedad maravillosa que hay en la Iglesia; veneraremos y contribuiremos a hacer que se veneren los instrumentos de esa unidad; comprenderemos las manifestaciones de catolicidad y de riqueza interior, que se ponen de manifiesto en la diversidad de espiritualidades, de asociaciones, de familias y de actividades que, en todo tiempo y en todo lugar, dan prueba de proceder todas de un mismo Espíritu indivisible28.
Por esa razón, habéis de reaccionar con energía ante cualquier aparente servicio a la Iglesia, que desvirtúe el sentido sobrenatural de cualquier tarea espiritual y apostólica, o que pretenda atentar a la libertad individual o a la de las instituciones de Nuestra Madre la Iglesia.
Documento imprimido desde https://escriva.org/es/cartas-2/209/ (03/12/2024)